La historia de Halloween
Al
igual que muchos otros días de fiesta, Halloween ha evolucionado y cambiado a
lo largo de la historia. Hace más de 2, 000 años, las personas llamadas los
celtas vivían en lo que ahora es Irlanda, en el Reino Unido, y parte del norte
de Francia. El 1 de noviembre fue el Día de Año Nuevo, ya que marcaba el final
de la temporada de cosecha. Creían que la noche antes de Año Nuevo (octubre 31)
era un momento en que vivos y muertos se reunían, por lo que encendían grandes
hogueras para mantener alejados a los malos espíritus.
Pero
hace alrededor de 1,000 años, la Iglesia Católica desaprobó estas prácticas,
por lo que nombró el 1 de noviembre Día de Todos los Santos (All Hallows). Este
fue un día de fiesta especial en honor a los santos y otras personas que
murieron por su religión (llamados mártires). La noche antes de Todos los
Santos se llamaba Día de Víspera (Hallows Eve). Eventualmente el nombre se
convirtió en Halloween.
Al
igual que los celtas, los europeos de esa época creían que los espíritus de los
muertos visitarían la tierra en Halloween. Les preocupaba que los malos
espíritus causaran problemas o les hicieran daño. Así que esa noche la gente se
ponía trajes con los que parecían fantasmas u otras criaturas malignas.
Pensaron que si se vestían así, los espíritus pensarían que también estaban
muertos y no les harían daño.
La
tradición de Halloween fue llevada a América por los emigrantes europeos. Algunas
de las tradiciones cambiaron un poco, sin embargo. Por ejemplo, el Día de Halloween
en Europa algunas personas llevaban linternas hechas de nabos. En Estados
Unidos, las calabazas eran más comunes. Así que las personas comenzaron a poner
velas dentro de ellas y utilizarlas como linternas. Es por eso que se ve
jack-o-linterns en la actualidad.
Otras
tradiciones llegaron a los Estados Unidos, como morder una manzana y hacer travesuras.
Con los años, esos trucos en las personas se convirtieron en un problema en
Halloween. Los niños usarían máscaras y disfraces como lo hicieron en los
viejos tiempos para ocultar su identidad cuando se jugaba una broma a alguien.
Eventualmente, la gente comenzó a sobornar a los niños con dulces para que no les
jugaran una mala pasada, y es por eso que los niños siguen diciendo
"travesura o dulces" (trick or treat) la noche de Halloween.
Estos
días de Halloween ya no suelen considerarse una fiesta religiosa. Es primordialmente
un día de diversión para los niños, los cuales todavía se visten con trajes
como las personas hicieron hace miles de años; pero en lugar de preocuparse por
los malos espíritus o jugar bromas pesadas, van de puerta en puerta a recoger
dulces donde sus vecinos.


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